Existe
un raro placer en leer la historia de un suceso cotidiano como si fuera algo
excepcional. Eso solo sucede cuando uno sabe narrar muy bien. Y ese es el caso
del primer libro de la estadounidense Randi Hutter Epstein, doctora en medicina
y columnista de The New York Times, The Washington Post y The Daily Telegraph. ¿Cómo se sale de aquí? es una erudita historia
del parto, publicada en castellano por la editorial Turner en su colección
Noema, cuyo objetivo es trazar la evolución de las ideas, los consejos y las
tecnologías que en Occidente se han ido tejiendo alrededor de una de los
estados más comunes (y necesarios) de la humanidad: el estado de gravidez.
¿Cómo se sale de aquí? |
“Este
es un libro sobre la historia de los miedos, las desilusiones, las tragedias y
las alegrías. Trata sobre el parto y por tanto contiene sexo, vida y, en
ocasiones, muerte; no es, por tanto, un catálogo de viejos y a menudo
trasnochados consejos, sino una revisión de cómo las ideas sobre el embarazo y
el parto han ido arrojando luz, directa e indirecta sobre la sociedad”, explica
Hutter Epstein en la introducción al volumen que en su país el Feminist Review tachó de “interesante,
divertido, iluminador y entretenido”.
Excepto
por cierto abuso del adverbio “a menudo”, la traducción de Laura Vidal le hace honor
al texto de la profesora adjunta de la Escuela de Postgrado en Periodismo de la
Universidad de Columbia, pues explica con claridad las propuestas de la autora
y convierte en simples explicaciones que podrían ser muy complejas, como el uso
de algunas herramientas médicas y el desarrollo de ciertas enfermedades
relacionadas con el parto, tan raras hoy que quedaron en los anales de historia
de la medicina.
Los
temas que se repiten en el libro en las diversas épocas que analiza son la
búsqueda del hijo perfecto, la creencia en los vínculos entre el mundo
emocional y físico de la mujer, el parto como símbolo de lo femenino, así como
también las mitologías construidas sobre la idea de la concepción, las cuales
en la mayoría de los casos han obstaculizado el desarrollo de una tecnología
enfocada en el bienestar de la parturienta. Un ejemplo de esto último fue la
costumbre de asumir la acción de traer hijos al mundo con sufrimiento como un
imperativo celestial de la mujer, pues así se había decretado en la Biblia que se
hiciera desde los remotos días de Eva y la serpiente. Por esa razón, en 1591,
una mujer fue quemada en la hoguera solo por pedir un remedio para aliviar el
dolor mientras paría a gemelos. Haciendo gala del humor y la ironía que
caracteriza a ¿Cómo se sale de aquí?,
Hutter Epstein cuestiona por qué nunca se formuló un planteamiento similar par
la masculinidad: “¿Qué tal una vasectomía sin anestesia?”.
La
publicación está llena de detalles como el del párrafo anterior –o el breve
análisis de los tratados ginecológicos más viejos del mundo: el de Solano de
Éfeso que data del siglo II y el de Eucharius Rösslin, de 1513– en los cuales
se evidencia la acuciosa investigación de la autora. La autora presenta aquí
una visión de la obstetricia como la unión entre la medicina y la sociedad, que
resulta de la consideración del parto como la patología de la mujer sana, la
cual solo pudo comenzar a articularse a partir de finales del siglo XVI, cuando
los médicos desplazaron a las comadronas.
El
libro deja en evidencia cómo las decisiones que se toman con respecto a las
técnicas de para tener hijos se fundamenta más en la cultura y la coyuntura que
en los avance científicos. Por eso, a pesar de los bancos de esperma y de los vientres
de alquiler, todavía queda mucho para evolucionar: no tanto dentro de las
clínicas o los cuerpos de las mujeres, sino en las mentalidades. “El reciente
auge de películas sobre la maternidad, muchas de ellas comedias, puede
considerarse una respuesta a la obsesión actual por la concepción y el parto.
En 2007, se estrenaron Juno y Lío embarazoso, ambas sobre embarazos
inesperados. Por su parte, Mamá de
alquiler, de 2008, fue probablemente la primera comedia rodada sobre este
tema”, escribe profesora invitada de la Universidad de Yale antes de añadir que
los finales propuestos por estas películas cómicas siguen siendo muy ñoños sin
representar las verdaderas tragedias de la maternidad de alquiler: “[que es] un
asunto de mujeres ricas que pagan a otras más pobres por el alquiler de su
útero. Parece que no queremos leer historias o ver fotos sobre el tema, a no
ser que estén tratadas en forma de comedia”.
Después
de una larga andadura que comienza en el Antiguo Testamento, ¿Cómo se sale de aquí? termina en el comienzo:
porque a pesar de todo lo que pueda decirse sobre el parto, este es solo el
comienzo de la vida. Nada más, nada menos.
@michiroche
No hay comentarios. :
Publicar un comentario