jueves, 26 de marzo de 2015

Para contar la historia del parto

Existe un raro placer en leer la historia de un suceso cotidiano como si fuera algo excepcional. Eso solo sucede cuando uno sabe narrar muy bien. Y ese es el caso del primer libro de la estadounidense Randi Hutter Epstein, doctora en medicina y columnista de The New York Times, The Washington Post y The Daily Telegraph. ¿Cómo se sale de aquí? es una erudita historia del parto, publicada en castellano por la editorial Turner en su colección Noema, cuyo objetivo es trazar la evolución de las ideas, los consejos y las tecnologías que en Occidente se han ido tejiendo alrededor de una de los estados más comunes (y necesarios) de la humanidad: el estado de gravidez.
¿Cómo se sale de aquí?
“Este es un libro sobre la historia de los miedos, las desilusiones, las tragedias y las alegrías. Trata sobre el parto y por tanto contiene sexo, vida y, en ocasiones, muerte; no es, por tanto, un catálogo de viejos y a menudo trasnochados consejos, sino una revisión de cómo las ideas sobre el embarazo y el parto han ido arrojando luz, directa e indirecta sobre la sociedad”, explica Hutter Epstein en la introducción al volumen que en su país el Feminist Review tachó de “interesante, divertido, iluminador y entretenido”.
Excepto por cierto abuso del adverbio “a menudo”, la traducción de Laura Vidal le hace honor al texto de la profesora adjunta de la Escuela de Postgrado en Periodismo de la Universidad de Columbia, pues explica con claridad las propuestas de la autora y convierte en simples explicaciones que podrían ser muy complejas, como el uso de algunas herramientas médicas y el desarrollo de ciertas enfermedades relacionadas con el parto, tan raras hoy que quedaron en los anales de historia de la medicina.
Los temas que se repiten en el libro en las diversas épocas que analiza son la búsqueda del hijo perfecto, la creencia en los vínculos entre el mundo emocional y físico de la mujer, el parto como símbolo de lo femenino, así como también las mitologías construidas sobre la idea de la concepción, las cuales en la mayoría de los casos han obstaculizado el desarrollo de una tecnología enfocada en el bienestar de la parturienta. Un ejemplo de esto último fue la costumbre de asumir la acción de traer hijos al mundo con sufrimiento como un imperativo celestial de la mujer, pues así se había decretado en la Biblia que se hiciera desde los remotos días de Eva y la serpiente. Por esa razón, en 1591, una mujer fue quemada en la hoguera solo por pedir un remedio para aliviar el dolor mientras paría a gemelos. Haciendo gala del humor y la ironía que caracteriza a ¿Cómo se sale de aquí?, Hutter Epstein cuestiona por qué nunca se formuló un planteamiento similar par la masculinidad: “¿Qué tal una vasectomía sin anestesia?”.
La publicación está llena de detalles como el del párrafo anterior –o el breve análisis de los tratados ginecológicos más viejos del mundo: el de Solano de Éfeso que data del siglo II y el de Eucharius Rösslin, de 1513– en los cuales se evidencia la acuciosa investigación de la autora. La autora presenta aquí una visión de la obstetricia como la unión entre la medicina y la sociedad, que resulta de la consideración del parto como la patología de la mujer sana, la cual solo pudo comenzar a articularse a partir de finales del siglo XVI, cuando los médicos desplazaron a las comadronas.
El libro deja en evidencia cómo las decisiones que se toman con respecto a las técnicas de para tener hijos se fundamenta más en la cultura y la coyuntura que en los avance científicos. Por eso, a pesar de los bancos de esperma y de los vientres de alquiler, todavía queda mucho para evolucionar: no tanto dentro de las clínicas o los cuerpos de las mujeres, sino en las mentalidades. “El reciente auge de películas sobre la maternidad, muchas de ellas comedias, puede considerarse una respuesta a la obsesión actual por la concepción y el parto. En 2007, se estrenaron Juno y Lío embarazoso, ambas sobre embarazos inesperados. Por su parte, Mamá de alquiler, de 2008, fue probablemente la primera comedia rodada sobre este tema”, escribe profesora invitada de la Universidad de Yale antes de añadir que los finales propuestos por estas películas cómicas siguen siendo muy ñoños sin representar las verdaderas tragedias de la maternidad de alquiler: “[que es] un asunto de mujeres ricas que pagan a otras más pobres por el alquiler de su útero. Parece que no queremos leer historias o ver fotos sobre el tema, a no ser que estén tratadas en forma de comedia”.
Después de una larga andadura que comienza en el Antiguo Testamento, ¿Cómo se sale de aquí? termina en el comienzo: porque a pesar de todo lo que pueda decirse sobre el parto, este es solo el comienzo de la vida. Nada más, nada menos.

@michiroche

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