![]() |
Sobre la belleza, 2006 |
El profesor de arte en la Universidad de
Wellington Howard Belsey y su esposa Kiki tienen un matrimonio de 30 años. A
pesar de las infidelidades de su marido, la otrora sensual y ferviente
activista política que hoy pesa 120 kilos y trabaja para un hospital, le ha
dado tres hijos: Zora, Levi y Jerome. La historia se complica cuando Monty
Kipps, Némesis de Belsey, consigue una plaza en la misma casa de estudios y la hija
de este, Victoria, se enamora de Levi. Como en Sobre la belleza toda confrontación en la vida real tiene su espejo
en la academia, ambos profesores se enfrentan por el significado de la obra de
Rembrandt o el papel que juegan las universidades europeas en la educación de
los artistas pobres.
A través de sus personajes, Smith
describe diferentes dimensiones estéticas de la vida cotidiana. Apenas la más
evidente son quienes están cerca y lejos de la belleza, como los profesores de
arte Belsey y Kips, que enfrascados en el estudio ideológico de la estética no
pueden ver la belleza codificada en lo cotidiano. Sin embargo, es en el
significado de la cultura contemporánea donde la ganadora del premio Orange se
permite crear el escenario de confrontación del resto de los personajes, la
guerra real sobre la que se sustenta la novela: el mundo de la erudición
académica y el de afuera, que corresponde a la cultura popular. Los
representantes de la academia son Howard, Monty, Zora y Victoria. Los del mundo
de afuera son: Kiki, Levi y Carl (un poeta callejero que logra entrar en la Universidad).
Jerome es un personaje romántico que pulula por las páginas del libro buscando,
sin éxito, su lugar.
Piel
y mujer. La raza negra, un tema sempiterno en la
literatura de Smith, se teje como asunto inapelable en la novela a través de
las vidas de los tres hijos del matrimonio Belsey: Levi, Zora y Jerome. Cada
uno de ellos es un concepto de arte único, así como tres maneras distintas de
ver y verse en el mundo que rechaza su raza. Jerome, el mayor, cree que la
belleza es un concepto romántico pero irrebatible. Zora imita el tipo
intelectual de su padre. Levi, el menor, busca su propia identidad fuera de la
casa, entre definiciones estereotipadas de raza, como por ejemplo, el hip-hop, el gueto, y la calle.
El otro asunto fundamental en las obras de
Smith, la feminidad, también está presente. No en balde las mujeres son los
personajes más fuertes de la novela. La autora los sitúa uno frente a otro, en
el argumento y en sus ideas de estética. Por ejemplo, Kiki Belsey es la
antítesis de la amante de su esposo, Claire. Es significativo que Kiki solo
pueda recordar a Claire a través de uno de sus poemas sobre sexo: ella “parecía
tomar todos los elementos de un orgasmo, clasificándolos sobre la página, de la
misma manera que un mecánico descompone un motor”. Justo allí, en la
descripción de la amante, ocurre la externalización que Smith convierte en el
estilo de esta novela. Claire conoce a la belleza solo como lo ha hecho en su
poema: clasificando, con un abordaje en compartimientos, por etiquetas que la
obligan a ponerle nombres a las experiencias. De la misma manera que ella busca
en el sexo sólo el orgasmo, en el arte ella busca la repentina catarsis. Así,
ella misma se sabotea, tan inmersa en su intelectualidad, que ni siquiera sabe
lo que pierde.
Sobre
la Belleza es un drama salpicado de humor donde cada
personaje es una individualidad cargada de significado estético, donde los
enfrentamientos académicos se articulan en conflictos íntimos que mueven el
argumento.
@michiroche
Nota:
una versión de esta reseña fue publicada en el
blog de la institución financiera Banesco (http://blog.banesco.com/blog/)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario