Óscar Hahn está
convencido de que la poesía calma. “Supongo que los poemas hacen el efecto que
han dejado de hacer las oraciones: consolar. Tal vez un poema sea una oración
sin dios”, dijo hace unos meses a El País. Con casi setenta años y más de
cuatro décadas pergeñando sobre el papel sus cuitas más íntimas, Hahn sabe de
qué habla: se refiere al poder salvador de la palabra, claro, a su capacidad para
generar sosiego, también, pero principalmente hace alusión a la última
experiencia mística a la que puede aferrarse el hombre moderno: el verso
declamado.
Francisco Beltrán y Pep Carrió Foto: Lisbeth Salas |
La alquimia de la
primera noche del Festival PoeMad convirtió al auditorio del Centro Cultural
Conde Duque en una catedral para los profanos y todos los letraheridos de la
más diversa calaña.
Esta cita anual, que en esta edición llega a su primer
lustro de vida, me hizo recordar las palabras del poeta chileno que será uno de
los invitados de la jornada de cierre que comenzará mañana sábado 31 de octubre
a las 6:30 de la noche. En este festival, el centro de las actividades de la
revista homónima que edita el sello digital Musa a las 9, hasta mañana se
reunirían autores jóvenes con los consagrados, españoles con latinoamericanos
e, incluso géneros de la literatura que no acostumbrar ir juntos como la
narrativa y la poesía.
Franco Buffoni lee en italiano Foto: Lisbeth Salas |
Y el ambiente
contemplativo pudo formarse con la articulación de tres liturgias sucesivas que
hablaron en imágenes, en música y hasta en italiano. Francisco Beltrán declamó
versos que eran extractos de su vida, cuya columna vertebral era la ausencia
del padre –“no hay frutos si árbol”, dijo–, un poco como aquél hombre hecho de
ramas casi sin hojas, carentes de retoños que el ilustrador Pep Carrió pintó en
la sombra de una puerta.
Si el recorrido de Beltrán
por la vida dio la sensación de cotidianidad que no cabe esperar dentro de una
catedral, la intimidad con la cual el italiano Franco Buffoni se refirió a sus
posiciones estéticas y políticas, así como a la homosexualidad terminaron por
darle un aire carnal al encuentro, que reafirmaron las voces de Marta Sanz,
Lara Moreno y Mercedes Castro, acompañadas por los acordes del piano de un gato
impenitente llamado Mariano Díaz.
Marta Sanz, Lara Moreno y Mercedes Castro Foto: Lisbeth Salas |
Esta noche el evento
seguirá a partir de las 6:30 pm en el mismo lugar, con un recital del autor
colombiano Darío Jaramillo Agudelo a quien le acompañarán las voces de Susana
Villalba, Esther Ramón, Juan Malpartida, Jordi Doce Elsa Cross y Pura
López-Colomé. El cierre de la jornada será un regalo para los espectadores
porque contará con la presencia de la cantaora Carmen Linares en un evento que
los organizadores ha llamado “Canción que vuelve a las alas. Poesía y
flamenco”.
Mañana, la clausura será
de lujo. A la presencia de los autores veteranos Hahn y del mexicano Homero
Aridjis se le unirá una pléyade de poetas más jóvenes como Luna Miguel, Jesús
Carmona –Robles, Óscar García de la Sierra y Rocío Torres. El evento terminará con
el recital “Para que yo me llame Ángel González” con Eliana Sánchez y Miguel
Munárriz.
PoeMad es un festival
de poesía organizado por la editorial digital Musa a las 9, con el patrocinio
de la Fundación Aquae y Fundación Mapfre, entre otros organismos. Las
fotografías reproducidas con estas nota son de Lisbeth Salas. Los videos fueron
tomados de las redes sociales de los organizadores del evento.
@michiroche
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